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Acné adulto: causas, tratamiento y consejos

Acné adulto: causas, tratamiento y consejos

¿Pensabas que el acné era cosa de adolescentes y de hormonas rebeldes? ¡Ojalá!
Cada vez más personas adultas —sobre todo mujeres a partir de los 25 años— vuelven a enfrentarse a los granitos, los brotes y esa piel que parece tener vida propia. Y sí, es frustrante. Pero no estás solo ni sola, y lo más importante: tiene solución.

En Farmacia Tañá lo vemos a diario. Pacientes que cuidan su piel, comen bien, usan productos de calidad… y aun así, los granitos aparecen. La buena noticia es que entendiendo por qué ocurre, se puede actuar de forma eficaz y sin desesperarse por el camino.

Qué es el acné adulto y por qué aparece

El acné adulto es la aparición de granos, espinillas o inflamaciones en la piel después de los 25 años.

A diferencia del acné juvenil, que suele concentrarse en la frente y la nariz, el acné adulto prefiere la parte baja del rostro: barbilla, mandíbula y cuello.

No es solo una cuestión estética. El acné puede afectar la autoestima, generar ansiedad y hacernos sentir inseguros. Por eso, lo primero es quitarse la culpa: no es que tengas la piel “sucia” ni que lo estés haciendo mal. Es una alteración multifactorial, y en la mayoría de los casos, el cuerpo simplemente está reaccionando a ciertos cambios internos o externos.

A qué edad y en quiénes es más frecuente

Aunque puede aparecer en cualquier momento, el acné adulto afecta sobre todo a mujeres entre los 25 y 45 años.

Las causas hormonales y el estrés suelen ser los grandes protagonistas, aunque también hay hombres que lo padecen, especialmente si tienen piel grasa o trabajan en entornos con polvo, grasa o contaminación.

Lo curioso es que muchas personas que no tuvieron acné en la adolescencia empiezan a tenerlo de adultas. Y claro, la sorpresa es mayúscula.

Acné adulto. Hombre con granos y marcas de acné.

Causas del acné en adultos

No hay una única causa, sino una combinación de factores que hacen que los poros se obstruyan y la piel reaccione con inflamación. Vamos con los más habituales.

Desequilibrios hormonales

Los cambios hormonales —por el ciclo menstrual, embarazo, anticonceptivos o perimenopausia— pueden disparar la producción de sebo.

Cuando hay más grasa de la cuenta, los poros se tapan, proliferan bacterias y… voilà, aparecen los granos.

Estrés y estilo de vida

El estrés no solo afecta a tu estado de ánimo: también altera tus hormonas y tu piel. Cuando estás estresado, tu cuerpo libera cortisol, una hormona que aumenta la producción de sebo. Si a eso le sumas pocas horas de sueño o un ritmo de vida acelerado, el cóctel está servido.

Alimentación y su relación con la piel

Los alimentos ultraprocesados, azúcares e incluso exceso de lácteos pueden ser un detonante de acné adulto. Estos productos que todos sabemos que no deben ser parte de nuestro día a día, pueden favorecer la inflamación y empeorar los brotes. 

Uso de cosméticos inadecuados

A veces, sin saberlo, (porque con tantas opciones, es imposible saber para qué sirve todo) usamos productos que obstruyen los poros o irritan la piel.

Si tu piel es mixta o grasa, busca siempre fórmulas “no comedogénicas” y ligeras. Aunque si estás sufriendo acné desde hace tiempo, lo mejor será visitar al dermatólogo o tu farmacéutico. Una ayudita nunca viene mal.

Factores externos

La contaminación, el sudor, el roce de mascarillas o incluso ciertos medicamentos pueden desencadenar o agravar el acné adulto. Por eso, la higiene facial y la protección diaria son imprescindibles.

Los tipos de acné adulto

No todos los granos son iguales, y entender su tipo ayuda a tratarlos mejor:

  • Acné inflamatorio: quizás sea en el que más pensamos al ver la palabra “acné”. Con granos rojos, sensibles o con pus. Es el más visible y molesto.
  • Acné comedogénico: puntos negros y espinillas, sin inflamación.
  • Acné quístico: este es más profundo y doloroso. Suelen ser esos “granos” que dejan marcas.
  • Acné por rosácea: aquí el más habitual en mujeres adultas, se presenta con enrojecimiento, granitos y sensibilidad, especialmente en mejillas y nariz. No es acné “real”, pero se confunde a menudo.

Saber cuál tienes (o si hay mezcla de varios tipos) es clave para elegir el tratamiento correcto. 

Tratamientos eficaces para el acné adulto

Aquí viene lo más importante: el acné adulto se trata y mejora, siempre. Pero no todas las pieles necesitan el mismo abordaje. Ojalá fuera así, una fórmula mágica que, la aplique quien la aplique, fuera acné. Por desgracia no. 

Desde la farmacia recomendamos un abordaje en tres frentes:

1. Rutina cosmética adecuada

Menos, es más. Una buena rutina para piel con acné debería incluir:

  • Limpieza por la mañana y por la noche.
  • Hidratante, sí, la piel con granos también necesita hidratación. 
  • Tratamiento específico, con activos como ácido salicílico, niacinamida, retinoides o ácido azelaico. Siempre dependerá de las necesidades de tu piel.
  • Protector solar diario, oil-free y no comedogénico (sí, aunque trabajes en casa y hoy no vayas a salir).

2. Tratamiento farmacéutico o médico

A veces, puede ser necesario completar el tratamiento con medicación:

  • Antibióticos tópicos u orales, si hay infección.
  • Tratamientos hormonales, en casos de desequilibrio hormonal femenino.
  • Retinoides orales (como la isotretinoína), siempre bajo control dermatológico.

Por eso es tan importante tener la visión de un profesional de la piel. Aunque a veces cuesta dar con la tecla, se acaba dando. 

3. Hábitos de cuidado diario

Evita tocarte los granos (sí, cuesta), cambia la funda de la almohada con frecuencia y no sobrecargues la piel de productos.

Consejos para mejorar el acné adulto

Estarás cansada/o de consejos que no has pedido, y más con lo agotante que es el tema del acné, pero aquí van unos cuantos más: 

  • Sé constante. Los resultados no se ven de un día para otro, pero llegan.
  • Cuida tu alimentación. Más frutas y verduras, menos azúcares.
  • Duerme bien. La piel se regenera mientras descansas.
  • Mantente hidratado/a. El agua ayuda a eliminar toxinas.
  • No abandones la hidratación. Aunque tengas piel grasa, necesita agua, no más grasa.
  • Usa protector solar cada día. Muchos tratamientos antimanchas o antigranos sensibilizan la piel.
  • Consulta con tu farmacéutico o dermatólogo. Te ayudarán a encontrar lo que de verdad necesitas y no lo que funcionó a no sé quién.

El acné en la edad adulta es más común de lo que parece y ¡sí! tiene tratamiento. Consulta con nuestro equipo farmacéutico: te asesoramos sin compromiso sobre los mejores tratamientos y rutinas para tu piel.

Sobre el Autor

Beatriz

¡Soy la culpable de que tengamos página web! Después de mucho buscar, logré crear nuestra página web desde cero y la cuido como si fuese mi bebé. Llevo toda la vida en la farmacia, he crecido viendo a mi madre trabajar, y para mí, es mi casa. ¡Soy una friki de la cosmética y seguro que me encontrarás buscando productazos nuevos o llamando a delegados! Farmacéutica Colegiada 4346 Óptica Colegiada 26881 Formación Grado en Farmacia en Universidad Alfonso X El Sabio Grado Superior en Audiología Protésica en IES Benjamín Rúa Grado en Óptica, Optometría y Audiología en CEU San Pablo CEU San Pablo Dual Máster en Marketing Digital en IM Business School

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