
¿Para qué sirve el colágeno? ¿Cómo puedes tomarlo?

Probablemente no pares de oír hablar de distintos tipos de suplementos y como su consumo se está incrementando. Si has llegado hasta aquí es porque te interesa saber para qué sirve el colágeno, pues desde Farmacia Tañá estaremos encantados de orientarte en todo lo que podamos.
¿Qué es el colágeno? ¿Para qué sirve? ¿Cómo tomarlo? ¿Quién puede tomarlo? Te ayudamos a responder a todas estas preguntas. ¡Vamos allá!
¿Qué es el colágeno?
El colágeno es como el “pegamento” de nuestro cuerpo. No es una metáfora poética: literalmente, su nombre viene del griego kólla, que significa pegamento, y gen, que significa producir. Y es que su función es justamente esa: mantener todo en su sitio. Se trata de una proteína fundamental que forma parte de nuestros huesos, músculos, piel, tendones, ligamentos e incluso dientes y encías.
Es la proteína más abundante en el cuerpo humano y actúa como una especie de estructura interna que mantiene todo firme, elástico y bien conectado. Imagínate una red resistente pero flexible que sostiene y da forma a tu cuerpo… ¡eso es el colágeno trabajando en silencio todos los días!
A medida que pasan los años, la producción natural de colágeno empieza a disminuir —y ahí es cuando notamos arrugas, dolores articulares o pérdida de firmeza en la piel. Pero no te preocupes, que hay formas de ayudar a nuestro cuerpo a seguir produciéndolo o a darle un empujoncito extra.
¿Por qué se reduce la producción natural de colágeno?
La producción de colágeno empieza a disminuir de forma natural a partir de los 25-30 años. Sí, aunque nos sintamos jóvenes y radiantes, el cuerpo ya empieza a fabricar menos de esta proteína estrella. Y a partir de los 40, el descenso se acelera, lo que se traduce en pérdida de elasticidad en la piel, más arrugas, articulaciones más rígidas y huesos algo menos fuertes.
Pero la edad no es la única culpable. También hay hábitos y factores externos que afectan la producción de colágeno:
- Exceso de sol (radiación UV): los rayos solares dañan las fibras de colágeno de la piel.
- Dieta pobre en nutrientes: sin vitamina C, zinc, cobre o proteínas suficientes, el cuerpo no puede fabricar colágeno bien.
- Tabaco y alcohol: el consumo habitual reduce la síntesis de colágeno y acelera el envejecimiento de la piel.
- Estrés crónico y falta de sueño: afectan negativamente muchos procesos, incluido el de regeneración celular.
- Contaminación y radicales libres: dañan las células y aceleran el desgaste del colágeno.
Por suerte, se puede hacer mucho para frenar este desgaste y reforzar la producción: una alimentación equilibrada, cuidados de la piel y, si es necesario, complementos de colágeno pueden marcar la diferencia.

Tipos de colágeno y para qué sirven
Aunque solemos hablar del colágeno como si fuera uno solo, en realidad existen varios tipos, y cada uno cumple funciones distintas en el cuerpo. Aquí te explicamos los principales de forma sencilla y sin complicaciones:
- Colágeno tipo I: Es el más abundante en el cuerpo. Se encuentra en piel, huesos, tendones y ligamentos. Es el responsable de la firmeza de la piel y la resistencia de los tejidos. Ideal si buscas mejorar la piel o fortalecer los huesos.
- Colágeno tipo II: Presente sobre todo en los cartílagos. Este tipo es clave para mantener las articulaciones en forma y reducir el desgaste. Si tienes molestias articulares o haces deporte, este puede ser tu mejor aliado.
- Colágeno tipo III: Se encuentra junto al tipo I en la piel, músculos y vasos sanguíneos. Contribuye a la elasticidad y regeneración de tejidos. Muy importante en la salud cardiovascular y muscular.
- Colágeno tipo V y X: Son menos conocidos, pero importantes para el tejido placentario, los ojos y el desarrollo del cartílago.
¿Para qué sirve el colágeno? Usos y beneficios del colágeno
Colágeno para la piel
Si hay un área donde el colágeno brilla con luz propia, esa es la piel. Este ingrediente es uno de los responsables de que luzca firme, elástica y joven. Con el paso del tiempo, la producción natural de colágeno disminuye, y eso se traduce en pérdida de firmeza, sequedad y líneas de expresión más marcadas.
Incorporar colágeno —ya sea en forma de suplemento o a través de alimentos— puede ayudar a mejorar la hidratación de la piel, suavizar las arrugas y estimular la producción natural de colágeno. Además, se ha convertido en un aliado perfecto en rutinas de belleza que buscan resultados desde dentro hacia fuera.
Colágeno para las articulaciones y huesos
El colágeno es clave para mantener articulaciones fuertes y huesos resistentes, ya que forma parte esencial del cartílago que amortigua los movimientos. Con el tiempo, su reducción puede provocar molestias, rigidez o dolor, sobre todo si eres deportista o ya no tienes veinte. Tomar colágeno ayuda a mejorar la movilidad, reducir el desgaste y mantener tus huesos y articulaciones en buena forma.

Colágeno para el cabello y las uñas
El colágeno aporta fuerza y elasticidad al cabello y a las uñas, ayudando a que crezcan más sanos, fuertes y resistentes. Si notas que tu melena está más débil o tus uñas se rompen con facilidad, puede que estés necesitando un empujón de colágeno.
Colágeno para la salud muscular
Aunque muchos no lo saben, el colágeno también está presente en los músculos y ayuda a mantener su fuerza y estructura. Es especialmente útil si haces ejercicio con regularidad o si estás en un proceso de recuperación muscular, ya que favorece el desarrollo y la regeneración del tejido.
Colágeno para el sistema digestivo
El colágeno ayuda a proteger y regenerar la mucosa del sistema digestivo, especialmente en el intestino. Esto puede resultar beneficioso si sufres molestias digestivas, como inflamación o permeabilidad intestinal, y contribuir a una mejor absorción de nutrientes.
¿Cómo tomar colágeno correctamente?
Tomar colágeno no tiene mucha ciencia, pero sí algunos trucos para sacarle el máximo provecho. Puedes encontrarlo en distintos formatos: en polvo, cápsulas, líquido o incluso en barritas. La mayoría de los suplementos incluyen colágeno hidrolizado (también llamado péptidos de colágeno), que se absorbe mejor. Lo ideal es tomarlo de forma constante, a diario, y acompañarlo de una alimentación equilibrada rica en vitamina C, ya que esta vitamina ayuda a sintetizar el colágeno en el cuerpo.
Un buen momento para tomarlo suele ser en ayunas o entre comidas, aunque esto puede variar según el tipo de producto. Y ojo, aunque los suplementos de colágeno pueden complementar tu dieta, no sustituyen una alimentación saludable. La clave está en la constancia y en acompañarlo con buenos hábitos para ver resultados reales en piel, articulaciones o cabello.
Posibles efectos secundarios y contraindicaciones
En general, el colágeno es bien tolerado por la mayoría de las personas, pero como con cualquier suplemento, no está exento de posibles efectos secundarios. Algunas personas pueden experimentar molestias digestivas leves, como hinchazón o sensación de pesadez. Además, es importante revisar los ingredientes del producto, ya que algunos colágenos pueden contener alérgenos como pescado, marisco o huevo.
Si estás embarazada, en periodo de lactancia o tomas medicación (especialmente anticoagulantes o tratamientos hormonales), es fundamental consultar con tu médico o farmacéutico antes de empezar a tomar colágeno. También si padeces alguna enfermedad crónica. Aunque sea un suplemento natural, puede tener interacciones y no es recomendable tomarlo a la ligera.