Vaginosis, la infección vaginal más frecuente con un 30% de prevalencia.
Tabla de contenidos
¿Qué es la vaginosis bacteriana?
La vaginosis bacteriana es una infección vaginal común causada por un crecimiento excesivo de bacterias en la vagina. No es una infección de transmisión sexual, pero puede aumentar el riesgo de contraer una.
Causas de la vaginosis bacteriana ¿por que se produce?
Su causa exacta no se comprende completamente, pero se cree que está causada por un desequilibrio de las bacterias que normalmente viven en la zona vaginal. La vagina contiene un delicado equilibrio de bacterias, incluidas bacterias «buenas» (lactobacilos) y bacterias «malas» (anaerobios). Cuando aumenta la cantidad de anaerobios, puede provocar una disminución de los lactobacilos y un crecimiento excesivo de bacterias anaerobias, lo que a menudo se observa en mujeres con vaginosis.
Hay varios factores que pueden contribuir a este desequilibrio, entre ellos:
- Duchas vaginales: las duchas vaginales pueden alterar el equilibrio natural de las bacterias en la vagina y aumentar el riesgo de desarrollarla.
- Antibióticos: tomar antibióticos puede eliminar tanto las bacterias buenas como las malas, lo que puede alterar el equilibrio de las bacterias en la vagina y aumentar el riesgo.
- Cambios hormonales: Los cambios hormonales que ocurren durante la menstruación, el embarazo y la menopausia también pueden afectar el equilibrio de bacterias en la vagina y aumentar el riesgo.
- Fumar: Fumar se ha relacionado con un mayor riesgo de desarrollar vaginosis bacteriana.
Síntomas de la vaginosis bacteriana
Los síntomas de la vaginosis bacteriana pueden variar de una persona a otra, y es posible que algunas mujeres no experimenten ningún síntoma. Sin embargo, si se deja sin tratar se incrementa el riesgo de desarrollar otras infecciones.
Los síntomas comunes de la vaginosis incluyen:
- Secreción vaginal anormal: es el síntoma más común. La secreción suele ser fina y acuosa, y puede ser de color gris o blanco. Puede tener un fuerte olor a pescado, especialmente después del sexo.
- Olor vaginal: puede causar un olor fuerte y desagradable en la vagina, especialmente después del sexo. Este olor a menudo se describe como un olor a «pescado».
- Picazón o irritación vaginal: puede causar picazón, ardor o irritación en el área genital.
- Dolor o molestias durante las relaciones sexuales: puede causar dolor o molestias durante las relaciones sexuales, especialmente si la vagina ya está irritada o inflamada.
Es interesante mencionar GineCanesbalance, que es un gel vaginal para tratar los síntomas de la vaginosis bacteriana de forma natural.
Otro punto importante a tener en cuenta es que estos síntomas también pueden ser causados por otras infecciones o afecciones vaginales, por lo que se debe consultar a un especialista para obtener un diagnostico preciso.
Diagnóstico de la vaginosis bacteriana
Para el diagnóstico el médico realizara un examen pélvico y recolectará una muestra de flujo vaginal para analizarla; y es posible que se incluyan pruebas adicionales para descartar otras posibles afecciones.
Tratamiento para vaginosis bacteriana
El tratamiento para la vaginosis bacteriana generalmente implica un ciclo de antibióticos recetados por un médico. Los antibióticos generalmente se toman por vía oral o se aplican como una crema o gel vaginal.
Además de los antibióticos, también se pueden recomendar probióticos para ayudar a restablecer el equilibrio natural de las bacterias en la vagina.
Antibióticos para la vaginosis
Los antibióticos más comúnmente recetados para tratarla incluyen:
- Metronidazol: se prescribe como una tableta oral o gel vaginal.
- Clindamicina: se prescribe en forma de crema o supositorio vaginal.
Independientemente de cual sea el antibiótico utilizado es muy importante seguir las indicaciones del médico y completar la pauta que nos hayan prescrito.
Tratamientos naturales para la vaginosis bacteriana
Existen algunos remedios naturales que pueden ayudar a aliviar los síntomas o prevenir su recurrencia.
Aquí hay unos ejemplos:
- Probióticos: Los probióticos son bacterias vivas que son beneficiosas para la salud. Pueden ayudar a restablecer el equilibrio natural de las bacterias en la vagina, que puede verse afectado en el caso de la vaginosis. Los probióticos pueden tomarse por vía oral como suplementos o aplicarse directamente en la vagina en forma de óvulos o cremas.
- Aceite de árbol de té: El aceite de árbol de té tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas naturales, que pueden ayudar a tratarla. Puede diluirse con un aceite portador, como el aceite de coco, y aplicarse en la vagina como tratamiento tópico. Sin embargo, es importante tener cuidado con este remedio, ya que el aceite de árbol de té puede irritar la piel.
- Ajo: El ajo tiene propiedades antimicrobianas naturales y puede ayudar a matar las bacterias responsables.
- Vitamina C: la vitamina C puede ayudar a estimular el sistema inmunitario y evitar que la VB se repita. Algunas personas encuentran útil tomar suplementos de vitamina C o comer alimentos ricos en vitamina C, como frutas cítricas, pimientos y brócoli.
Vaginosis y salud sexual ¿Qué saber?
La vaginosis bacteriana no se considera una infección de transmisión sexual porque puede ocurrir en mujeres que no son sexualmente activas. Sin embargo, la actividad sexual puede aumentar el riesgo de desarrollarla, así como aumentar el riesgo de recurrencia después del tratamiento. No se entiende completamente por qué la actividad sexual aumenta este riesgo, pero se cree que puede estar relacionado con cambios en el microbioma vaginal o la introducción de nuevas bacterias en la vagina.
Es importante que las parejas sexuales practiquen una buena higiene, como lavarse las manos y los genitales antes y después del sexo, para reducir el riesgo de transmitir bacterias que puedan causarla.
Vaginosis en el embarazo ¿es un riesgo?
Es relativamente común durante el embarazo y afecta hasta al 30% de las mujeres embarazadas. Si bien no suele ser dañina para la madre o el bebé, puede aumentar el riesgo de complicaciones, que incluyen:
- Nacimiento prematuro: las mujeres que la padecen tienen un mayor riesgo de dar a luz antes de las 37 semanas de embarazo, lo que puede aumentar el riesgo de problemas de salud para el bebé.
- Bajo peso al nacer: los bebés nacidos de madres con vaginosis tienen más probabilidades de tener bajo peso al nacer, lo que puede aumentar el riesgo de problemas de salud para el bebé.
- Infección: en casos raros, puede causar una infección del útero o de las trompas de Falopio, lo que puede provocar complicaciones graves.
Por esto, es importante que las mujeres embarazadas asistan a todas las citas de atención prenatal, ya que en ellas controlarán los signos de infección y otras complicaciones. Las mujeres embarazadas también pueden tomar medidas de prevención como practicar una buena higiene, evitar las duchas vaginales y usar ropa interior de algodón.
Consejos para prevenir la vaginosis bacteriana
Algunos consejos que podemos tener en cuenta para evitar la aparición de la vaginosis son:
- Practicar una buena higiene: Mantener el área genital limpia y seca puede ayudar a prevenir el crecimiento excesivo de bacterias dañinas. Evite el uso de jabones perfumados o productos de higiene y opte por opciones suaves y sin perfume. Evite las duchas vaginales, ya que puede alterar el equilibrio natural de bacterias en la vagina y aumentar el riesgo de infección.
- Uso de preservativo: el uso constante y correcto del preservativo puede ayudar a reducir el riesgo de infecciones de transmisión sexual que pueden aumentar el riesgo de vaginosis.
- Probióticos: los probióticos pueden ayudar a restablecer el equilibrio natural de las bacterias en la vagina, lo que puede ayudar a prevenirla. Puede ser útil comer alimentos ricos en probióticos, como yogur y kéfir. También podemos tomar suplementos con probióticos como Prebiotic Cumlaude 10 óvulos de laboratorios Cumlaude, o utilizar productos con probióticos que ayuden a restablecer la flora vaginal sana como Muvagyn centella asiática 8 aplicadores.
- Controlar las condiciones de salud crónicas: algunas condiciones de salud crónicas, como la diabetes, pueden aumentar el riesgo. El manejo de estas condiciones con la atención médica adecuada puede servirnos para reducirlo.
No siempre se puede prevenir la aparición de esta patología por lo que es importante consultar con vuestro facultativo si sospecháis que sufrís una vaginosis bacteriana.