Los probióticos sirven para varios propósitos relacionados con la mejora de la salud digestiva y el fortalecimiento del sistema inmunológico. Entre sus beneficios se incluyen:

• Ayudar a equilibrar las bacterias buenas en el sistema digestivo.
• Prevenir y tratar la diarrea asociada con el uso de antibióticos y diarrea infecciosa.
• Mejorar condiciones como el síndrome del intestino irritable, la enfermedad inflamatoria intestinal y la colitis ulcerosa.
• Ayudar en la absorción de nutrientes y la digestión de la lactosa.
• Posiblemente reducir la severidad de alergias y eczema.

También se están investigando otros posibles beneficios de los probióticos en la salud mental, reducción de resfriados y pérdida de peso.

Los probióticos pueden tomarse como prevención o tratamiento de desequilibrios en la flora intestinal y otras condiciones. Son particularmente útiles:

• Durante y después de un tratamiento con antibióticos para restaurar la flora intestinal.
• Para aliviar síntomas digestivos crónicos, como los asociados con el síndrome del intestino irritable.
• En casos de diarreas frecuentes, ya sean infecciosas o no.
• Para fortalecer el sistema inmunológico, especialmente en personas propensas a infecciones.

Se recomienda tomar probióticos bajo la orientación de un profesional de la salud, especialmente en personas con sistemas inmunológicos comprometidos.

Los probióticos pueden tomarse de varias formas, incluyendo:

• Suplementos en cápsulas, tabletas o polvos, siguiendo las dosis recomendadas en el empaque o por un profesional de la salud.
• Alimentos fermentados que naturalmente contienen probióticos, como el yogur, kefir, chucrut, tempeh y kimchi.

Para maximizar su efectividad, se sugiere tomar los probióticos con las comidas o cerca del tiempo de comer, aunque esto puede variar dependiendo del tipo específico de probiótico. Mantener una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable también contribuye a la efectividad de los probióticos.