

Termómetro de Galio. Permite 3 tipos de medición: rectal, oral y axilar. Ecológico, no tóxico. Con lupa, para una mayor visibilidad. Con reinicio rápido, gracias al soporte que incorpora.
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Información del producto
Es ecológico, no tóxico y proporciona mediciones precisas. Su lupa incorporada facilita la lectura de la temperatura. Además, cuenta con un reinicio rápido para mayor comodidad en su uso.
Ideal para toda la familia. Es perfecto para quienes desean una opción sin mercurio y respetuosa con el medio ambiente.
Coloca el termómetro en la zona deseada (rectal, oral o axilar) y espera unos minutos hasta que se muestre la temperatura.
Si quieres un termómetro como los de toda la vida, pero que no tenga mercurio, el termómetro de galio es tu mejor opción. Una alternativa ecológica y segura para toda la familia. NO CONTIENE MERCURIO, por lo que es más respetuoso con el medioambiente. Además, su diseño incluye una lupa para que puedas ver fácilmente la temperatura.
Este termómetro es fácil de usar (como la mayoría de termómetros). Solo tienes que colocarlo en la axila, boca o recto y esperar unos minutos. Cuenta con reinicio rápido para que puedas volver a usarlo rápidamente.
Termómetro con aleación de Galio. Permite 3 tipos de medición: rectal, oral y axilar. Ecológico, no tóxico. Con lupa, para una mayor visibilidad. Con reinicio rápido, gracias al soporte que incorpora.
Se recomienda colocar en la zona y esperar durante un par de minutos hasta que se muestre la temperatura.
Termómetro galio para medir la fiebre de forma rectal, oral y axilar.
Conservar en un lugar fresco y seco. No utilizar en caso de alergia o hipersensibilidad a cualquiera de sus componentes. Mantener fuera del alcance de los niños.
El galio es un metal blando, plateado y brillante, que es conocido por ser uno de los pocos metales que no se congela a temperatura ambiente. Se usa en electrónica, semiconductores y, como veis, en termómetros.
El termómetro de galio funciona de manera similar a los tradicionales, pero en lugar de mercurio, usa galio. La ventaja es que el galio es mucho más seguro. Solo tienes que colocarlo en el lugar a medir y esperar para leer la temperatura en la escala del termómetro.
Si tu termómetro de galio marca una temperatura alta, ¡tranquilo! Solo agítalo suavemente, como si estuvieras dandole un pequeño empujón de cariño. Esto hará que el galio vuelva a su nivel más bajo. No lo agites con fuerza, ya que eso podría dañarlo. ¡Y listo, temperatura normal otra vez!
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