La cantidad de leche que un bebé debe tomar varía según su edad, peso y si está siendo amamantado o alimentado con fórmula. Los recién nacidos amamantados suelen alimentarse a demanda, lo que puede ser entre 8 a 12 veces en 24 horas. Para los bebés alimentados con fórmula, una guía general es ofrecer aproximadamente 60 a 90 ml de fórmula por cada kilogramo de peso corporal al día, hasta un máximo de aproximadamente 1 litro en 24 horas. Es importante ajustar esta cantidad según las señales de hambre y satisfacción del bebé.

La mejor leche para un bebé menor de 1 año es la leche materna debido a su composición nutricional óptima y beneficios para la salud del bebé y la madre. Si la lactancia materna no es posible o se elige no amamantar, las fórmulas infantiles diseñadas para imitar la leche materna son la siguiente mejor opción. Es importante elegir una fórmula adecuada para la edad del bebé y sus necesidades nutricionales específicas, y siempre prepararla según las instrucciones del fabricante.

La leche de vaca entera no se recomienda como bebida principal para bebés menores de 12 meses. Se puede introducir como parte de una dieta equilibrada después de que el bebé cumpla 1 año de edad. Antes de este tiempo, la leche de vaca puede ser difícil de digerir para los bebés y no proporciona el equilibrio adecuado de nutrientes necesarios para su crecimiento y desarrollo óptimo.

La duración de un bote de leche de bebé depende de su tamaño y de la cantidad que el bebé consuma en cada toma. Un bote abierto de fórmula en polvo generalmente es seguro para usar hasta un mes después de abrirlo, siempre que se almacene de manera adecuada, en un lugar fresco y seco. Es importante seguir las recomendaciones del fabricante respecto al almacenamiento y la caducidad de la fórmula. La fórmula preparada debe utilizarse dentro de las primeras horas después de su preparación o según las indicaciones del fabricante.