El sueño excesivo y el cansancio pueden deberse a una variedad de causas, incluyendo:

• Falta de sueño o sueño de mala calidad: No dormir las horas suficientes o tener un sueño interrumpido puede llevarte a sentirte cansado durante el día.
• Estilo de vida sedentario: La falta de actividad física puede contribuir al cansancio.
• Estrés y problemas psicológicos: El estrés, la ansiedad y la depresión son causas comunes de fatiga.
• Problemas de salud: Condiciones médicas como la anemia, hipotiroidismo, diabetes, enfermedades del corazón, entre otras, pueden causar cansancio.
• Dieta inadecuada: No consumir una dieta balanceada puede llevar a deficiencias nutricionales que afectan tu energía.

Si el cansancio persiste, es importante consultar a un médico para determinar la causa subyacente y recibir el tratamiento adecuado.

Para combatir el cansancio, se pueden considerar suplementos y cambios en la dieta, siempre tras consultar a un profesional de la salud. Algunas opciones incluyen:

• Hidratación: Asegúrate de beber suficiente agua durante el día.
• Alimentos ricos en hierro: Como carnes rojas, legumbres y vegetales de hojas verdes, para prevenir o tratar la anemia.
• Vitaminas del complejo B: Ayudan a convertir los alimentos en energía. Se encuentran en granos enteros, carnes, huevos y verduras de hoja verde.
• Magnesio: Esencial para la energía y el metabolismo, se encuentra en frutos secos, semillas y vegetales de hoja verde.

La cafeína puede ayudar a mejorar la alerta temporalmente, pero su consumo excesivo puede afectar negativamente la calidad del sueño.

Las vitaminas que pueden ayudar a combatir el cansancio incluyen:

• Vitaminas del complejo B: Especialmente B12 y B6, que son cruciales para la producción de energía en el cuerpo.
• Vitamina C: Ayuda a reducir la sensación de fatiga y mejora la absorción de hierro.
• Vitamina D: Su deficiencia ha sido asociada con el cansancio y la fatiga. La luz solar es una fuente natural de vitamina D.
• Hierro: No es una vitamina, pero su deficiencia puede llevar a la anemia, causando fatiga extrema. La suplementación puede ser necesaria en algunos casos.

Antes de comenzar cualquier suplemento, es importante hacerse un chequeo médico para determinar si existe alguna deficiencia específica y recibir asesoramiento sobre la dosis adecuada.