Para preparar un biberón, primero asegúrate de que el biberón y la tetina estén esterilizados. Hierve agua y déjala enfriar hasta que esté tibia. Vierte la cantidad recomendada de agua en el biberón y luego agrega la cantidad precisa de fórmula en polvo, siguiendo las instrucciones del fabricante. Agita bien el biberón para disolver el polvo. Antes de alimentar a tu bebé, verifica la temperatura de la leche en la parte interior de tu muñeca para asegurarte de que esté tibia, no caliente.

Los biberones pueden esterilizarse usando un esterilizador eléctrico o de microondas, hirviéndolos en agua durante al menos 10 minutos, o utilizando soluciones de esterilización en frío. Es importante seguir las instrucciones del fabricante para asegurar una esterilización adecuada.

Se recomienda esterilizar los biberones hasta que el bebé tenga al menos 12 meses. Después de este tiempo, es suficiente lavarlos bien con agua caliente y jabón, aunque algunos padres y cuidadores prefieren continuar con la esterilización como medida extra de precaución.

Para dar el biberón, sostén a tu bebé en una posición semi-inclinada, apoyando su cabeza en tu brazo. Introduce suavemente la tetina en su boca. Inclina el biberón para asegurarte de que la tetina esté siempre llena de leche, evitando que el bebé ingiera aire. Haz pausas frecuentes para eructar al bebé.

Para calentar un biberón, puedes usar un calentador de biberones o calentar agua en una olla y colocar el biberón en ella por unos minutos. Nunca uses el microondas para calentar la leche, ya que puede causar puntos calientes que podrían quemar la boca del bebé. Siempre verifica la temperatura de la leche antes de alimentar a tu bebé.