El costo de un test de COVID-19 puede variar significativamente dependiendo del tipo de prueba (PCR, antígeno, anticuerpos), del lugar donde se realice (hospital, clínica, farmacia, domicilio) y del país o región. Las pruebas pueden ser gratuitas en algunos lugares mediante programas de salud pública, mientras que en el sector privado los precios pueden oscilar desde unos pocos dólares o euros para tests rápidos de antígeno hasta cantidades mayores para pruebas PCR. Es recomendable consultar con las autoridades sanitarias locales o proveedores de servicios de salud para obtener información precisa sobre los costos en tu área.

Un test de COVID-19 se considera positivo cuando detecta la presencia del virus SARS-CoV-2, indicando que la persona está infectada. En los tests rápidos de antígeno, esto se indica generalmente con la aparición de dos líneas en el dispositivo de prueba, una en la zona de control (C) y otra en la zona de test (T). En las pruebas PCR y algunas pruebas de antígenos procesadas en laboratorio, el resultado positivo será informado por el personal de salud o mediante un reporte. Un resultado positivo implica la necesidad de aislamiento y, dependiendo de los protocolos locales, notificar a las autoridades sanitarias y seguir sus recomendaciones.

La "C" en un test de COVID-19, especialmente en los tests rápidos de antígeno, se refiere a la línea de control. La aparición de una línea en la zona de la "C" indica que la prueba se ha realizado correctamente y es válida. La presencia de esta línea de control es crucial para asegurar la fiabilidad del resultado, independientemente de si el resultado es positivo o negativo para COVID-19. La ausencia de la línea de control sugiere un fallo en la prueba, y ésta debe ser repetida con un nuevo dispositivo de test.